Hernia Inguinal
Recupera tu vida sin dolores abdominales.
Realizamos la técnica laparoscópica, cuya principal ventaja para el paciente es que no duele.
Movilidad de pacientes operados de hernia inguinal horas después de la intervención
Paciente operada de hernia inguinal horas después de la intervención.
Macarena - 40 años
Paciente operado de hernia inguinal horas después de la intervención.
Víctor- 63 años
Paciente operado de hernia inguinal horas después de la intervención.
Dani - 37 años
Paciente operado de hernia inguinal 20 días después de la intervención.
Dani- 37 años
El Dr. Rivas habla sobre la hernia inguinal
La hernia inguinal es una tumoración o bulto que aparece a nivel de la ingle y que aumenta de tamaño con el incremento de la presión abdominal que ocurre cuando levantamos peso, tosemos, acudimos al baño o simplemente llevamos mucho tiempo de pie.
La hernia inguinal, suele causar de forma general malestar, dolor severo, náuseas, vómitos y otros problemas que podrían requerir la necesidad de una cirugía urgente.
Tanto hombres como mujeres pueden desarrollar una hernia inguinal, aunque la incidencia suele ser mayor en los hombres.
La hernia inguinal no es algo que mejore o desaparezca con el tiempo por sí sola. Lo que hace que la cirugía sea la solución definitiva para corregirla.
El tratamiento quirúrgico consiste en devolver a su posición original el contenido abdominal, así como la reparación y el refuerzo de la pared abdominal.
Existen dos grandes tipos de operación para la hernia: la reparación abierta y la reparación laparoscópica.
La reparación abierta de hernia puede llevarse a cabo o bien con anestesia general o anestesia local y sedación.
Se realiza una incisión en la ingle para empujar el tejido abultado saliente hacia el interior del abdomen y continuación, se sutura el defecto herniario y se refuerza con una malla. Finalmente, dicha abertura se cose con puntos o adhesivo quirúrgico.
En nuestro caso, realizamos la segunda técnica, la reparación laparoscópica, por las ventajas que tiene para el paciente, y la principal es que no duele.
Además, se pueden reparar los dos lados a la vez y que si en uno de los lados existen varios tipos de hernias, con esta técnica, se pueden reparar todas en un solo acto quirúrgico.
La reparación laparoscópica es un procedimiento muy poco invasivo que requiere de anestesia general.
Se accede a la hernia a través de una serie de pequeñas incisiones en el abdomen de 5 a 10mm por donde se introduce una cámara y pequeños instrumentos para conseguir reparar el defecto herniario.
Los pacientes tratados por cirugía laparoscópica tienen la gran ventaja de que es una cirugía, que como he comentado antes, no duele, y que por tanto, hace que se pueda volver a la actividad física normal en un plazo muy corto.
Tanto es así, que los pacientes incluso operándose de las dos ingles a la vez pueden empezar a correr en 15 días.
Además, tiene varias ventajas como menos molestias, menos cicatrices después de la cirugía y la reincorporación a la vida normal se adelanta, ya que, se puede volver a la actividad normal en una semana.